Balance Vs Armonía

Hemos escuchado durante mucho tiempo que debemos balancear cada una de las áreas de nuestra vida y buscar ese equilibrio donde todas “pesen lo mismo”. Creo que la mayoría de nosotros hemos desgastado energía buscando ese anhelado balance, pero ¿nos hemos preguntado si realmente existe?

Es importante empezar diciendo que cada uno de nosotros formamos parte de un contexto y pertenecemos a diferentes sistemas y subsistemas. Estos pueden ser: familia, trabajo, educación, comunidad, iglesia, entre otros, (más o menos) esto dependerá de cada individuo y de los sistemas con los cuales se relacione.

Dicho esto, es necesario identificar y tener claro a cuáles sistemas pertenecemos, pero más que esto es indispensable preguntarnos cuáles son claves para nosotros o, dicho de otra manera, cuáles de estos son más importantes para mí.

Una vez se hayan definido estos sistemas con los cuales interactuamos, debemos entender la diferencia que existe entre “BALANCE Y ARMONÍA. Se puede entender balance como la manera de buscar un equilibrio entre dos o más aspectos con el fin de que estos tengan una misma medida o peso. Por otro lado, la armonía puede significar aceptar nuestro lugar en sinfonía con la vida, entendiendo que no todo pesa lo mismo y que muchas veces es necesario priorizar para armonizarnos.

Para iniciar en busca de esa armonía, es prioritario tener claro quién soy, que quiero ser y quitarnos la idea de que nuestro trabajo, familia y los sistemas deben estar al mismo nivel. No está mal aceptar que uno puede pesar más que otro y que estos tienen escalas diferentes.

Aunque entendamos que un sistema pueda pesar más que otro -y pesar significa que invertimos más tiempo en él- es necesario armonizar cada uno de nuestros sistemas y disfrutarlos según somos parte de ellos para tener esa sinfonía que ya hemos comentado.

A continuación, algunos tips para lograr armonía: 

  1. Mantenerse presente: Esto se refiere a disfrutar y vivir el momento presente. Cuando esté en el trabajo, cuando esté con la familia, con los amigos, en otras palabras, SABER ESTAR.
  2. Administrar el tiempo:  El consejo aquí radica en buscar maneras creativas que nos permitan lograr una armonía (disfrute) entre los distintos sistemas destinando y respetando el tiempo que hemos asignado a dicha actividad.
  3. Practicar el desapego: Es necesario entender que debemos tomar decisiones y poder determinar qué aspectos debemos dejar ir.
  4. Integrar sistemas: Valorar la posibilidad de integrar aspectos de nuestra vida por ejemplo actividades del trabajo que pueda participar nuestra familia y que les sea de provecho para su disfrute y crecimiento.
  5. Tener muy claro a quién dejo entrar en mi habitación: Es necesario ser selectivos con las personas que dejamos entrar a nuestras vidas, muchas veces nos pueden bloquear la sinfonía que buscamos.
  6. Crear límites: el consejo final consiste en aprender a decir no, cuando sea necesario.

Aprender a armonizar es la clave para lograr la sinfonía de todos estos sistemas de los que somos parte sin la tención de buscar equilibrarlos, sino disfrutarlos y vivirlos al máximo.